El pesebre, ¿para cuándo?

¿Cuándo hay que armar el pesebre? Cada familia arma el pesebre cuando quiere y puede. Lo importante es que esté para el primer domingo de Adviento. La pregunta más acertada sería, entonces, ¿para cuándo hay que armarlo?

El Adviento es preparación para la Navidad. Por lo que desde el primer día de este tiempo de preparación el pesebre nos acompaña, y nos ayuda a través de las imágenes: lo que nuestros ojos contemplan es lo que la fe celebra.

Algunas familias arman el pesebre para el 8 de diciembre, y otras más adelante. Pero dejar pasar los días sería desaprovechar un elemento que puede aportar mucho a la espiritualidad propia del Adviento. Por tanto, la recomendación sigue siendo: armemos el pesebre para el primer domingo de Adviento.

La espiritualidad del Adviento está orientada al misterio del niño recostado en el pesebre: él es el Hijo de Dios encarnado. Por lo que conviene empezar el sagrado tiempo del adviento con los ojos puestos en el Niño de Belén, en la Virgen María, su Madre, y en San José.

Desde hace un mes, más o menos, los negocios tienen colocados, para la venta, los adornos navideños. Esto con el propósito de vender todo lo que se pueda. ¡Y está bien! ¡Los comerciantes con astucia: con tiempo, y a la vista! Nosotros, también, seamos astutos: aprovechemos el pesebre. ¡Armémoslo para el inicio del Adviento!