En nuestras oraciones al Espíritu Santo le solemos pedir luz, para entender, para comprender, para tomar buenas decisiones. Según la revelación, ¿qué tipo de iluminación podemos esperar del Espíritu Santo?
Pentecostés tiene como gran protagonista al Espíritu Santo. La revelación, sobre todo la Biblia, afirma que se trata de una persona diferente al Padre y al Hijo. Pero es una persona. No es un viento, no es algo etéreo, algo vago en el aire; el Espíritu Santo es una persona, una de las tres personas divinas.
El misterio de la Santísima Trinidad incluye, por tanto, al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo.
Yendo a nuestro tema, el Espíritu Santo aparece -en la Biblia- relacionado con la verdad. O sea, para la Palabra de Dios el Espíritu Santo tiene que ver con la verdad. Pero, ¿de qué verdad estamos hablando?
Y es entonces cuando recordamos que Jesús dice: "Yo soy el camino, la verdad, y la vida". Si la verdad es Cristo, ¡el Espíritu Santo tiene que ver con Cristo! No solamente tiene que ver con Cristo, el Espíritu Santo ¡no es nada sin Cristo!
Porque es Cristo quien habló y enseñó sobre la persona y la misión del Espíritu Santo. Está muy claro, entonces, que el Espíritu Santo ilumina sobre lo que es Cristo; nos recuerda las palabras de Cristo, para que las comprendamos según quiso el Señor enseñar.
Durante su vida Jesús habló del Padre Celestial, de que estamos llamados a vivir una vida nueva, de que debemos amar como él nos amó, etc. Eso quiere decir que Jesús transmite su mirada sobre el hombre y su misión.
¡Nadie mejor que Jesús enseña sobre la persona humana, sobre su finalidad, sobre el camino que debe recorrer! Por eso, cuando tratamos de comprendernos a nosotros mismos y sobre nuestra misión en la historia, pedimos luces al Espíritu Santo, porque él tiene la misión de recordarnos la mirada y parecer de Jesús.
La misión del Espíritu Santo no es enseñarnos matemáticas, ni las demás ciencias. El papel que le corresponde al Espíritu Santo es la verdad, esta verdad es Cristo con sus enseñanzas. Se tratan de aquellas verdades que tienen que ver con nuestra salvación en Cristo, con la victoria de Cristo sobre el pecado y la muerte.
Toma de buenas decisiones. Eso sucede cuando nos dejamos iluminar por el Espíritu Santo. Porque nuestra reflexión se basa en los criterios de Jesús. Con la oración, con la lectura de la Biblia, estamos diciendo que Dios cuenta, que sus palabras son luz en nuestro caminar. Por eso decimos: "Ven, Espíritu Santo, ven".
Ven Espírit
ResponderBorraru Santo y llena los corazones de tus fieles, enciende en ellos el fuego de tu amor.