lunes, 3 de diciembre de 2018

Música de fondo

Se volvió costumbre poner música a todo volumen durante cenas, almuerzos, fiestas familiares, etc. Por lo que, ¡muchas veces!, no se puede ni hablar.

QUE SE PUEDA CONVERSAR

Un equipo de sonido, que suene a bajo volumen, y con música que más o menos guste a la mayoría, ¡está muy bueno! A eso solemos llamar "música de fondo". "De fondo", porque suena sin molestar, sin dificultar la conversación. 

En cambio, cuando el volumen del equipo de sonido impide la conversación y el diálogo, ¡eso pasa a ser un elemento negativo! Además porque se empieza a los gritos... para sobrepasar el volumen de lo que suena...

En diciembre participamos de muchos encuentros, en los que se comparten la mesa y, casi siempre, el baile. Eso sí, lo más importante de cada encuentro, es la conversación, el diálogo, el compartir impresiones, ideas, etc. Sin esto último el encuentro se desvaloriza y queda en lo superficial. 

MOMENTO DE BAILAR

Lo ideal es que mientras se come y se bebe el volumen del sonido esté bajo, de fondo, que no moleste. Y luego tener un tiempo para el baile, tiempo en el que el volumen puede subir, por supuesto. La fiesta es hermosa por el baile, no por el volumen de lo que se baila. ¡Hay que cuidar los tímpanos!

La fiesta sigue siendo fiesta aunque el volumen esté bajo; incluso si no hay equipo de sonido, mientras la gente va llegando, mientras se preparan las cosas, mientras se está almorzando o cenando. El sonido se puede encender recién en el momento del baile. ¿Acaso eso sería un problema?

El volumen a todo lo que da puede esconder miedo a la intimidad, miedo al encontrarse de verdad con el otro, miedo a compartir cuestiones verdaderamente importantes para cada uno. El ruído tapa, simula un encuentro; encuentro que, obviamente, no existe si no se comparte.

EL BAJO VOLUMEN ES SALUD

¡Qué lindo si nos ponemos de acuerdo: un tiempo para compartir por medio del diálogo; y luego un tiempo para compartir por medio del baile!

El volumen alto histeriza, hace mal a los nervios. Un momento, bueno... pero no hace falta que durante todo un encuentro seamos alterados por el ruído...

¡Moderación...! ¡¡Esa es la cuestión...!!

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